En la búsqueda de una mejor salud, es importante prestar atención no solo a lo que comemos, sino también a cómo lo hacemos. Incluso cuando adoptamos medidas para mejorar nuestros hábitos alimentarios, hay algunos hábitos de los que no nos damos cuenta que frenan nuestros esfuerzos para mantener una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable Siga estos consejos de Eat Fit Go para ayudarle a dejar estos hábitos a un lado y embarcarse en el viaje hacia una vida más saludable:

• No siga las dietas de moda: La cultura de las dietas tiene una manera de hacerle sentir que esta nueva dieta es la que finalmente le dará el cuerpo por el que ha estado trabajando. Pregúntese si tiene sentido para usted, si es algo que puede mantener (sanamente) durante mucho tiempo. Si su plan de dieta reduce los principales grupos de alimentos, restringe drásticamente las calorías o sustituye los alimentos integrales por batidos, esto puede ser motivo de duda.
• No busque la próxima solución rápida: Todos conocemos el dicho: ‘si suena demasiado bueno para ser verdad, probablemente sea demasiado bueno para ser verdad’. Perder peso es un recorrido diferente para cada persona. Al igual que la ‘próxima gran dieta’, las soluciones rápidas se distinguen por ser restrictivas y estrictas. A menudo pueden llevar a un metabolismo más lento, a patrones de trastornos alimentarios y al aumento de peso posterior a la dieta. Un programa de pérdida de peso seguro debe tener como objetivo perder no más de 1 o 2 libras por semana, más que eso debe considerarse una señal de alerta.
• Asuma su responsabilidad: Los cambios verdaderos son productos de mucha dedicación y de un cambio de mentalidad. Si con frecuencia encuentra diferentes razones para no comer bien o no seguir su plan de nutrición, será difícil que se produzca el cambio. Hágase responsable y deje a un lado las excusas para seguir avanzando hacia sus objetivos. 
• Tenga cuidado con los alimentos dietéticos: Parece que cada día aparecen nuevas afirmaciones como bajo en grasas, reducido en grasas, sin calorías, sin azúcares añadidos, totalmente natural. Aunque no siempre es cierto, una buena regla general es que, si tienen que convencer a las personas de que su comida es sana, probablemente haya algo que cuestionar. Para que un producto sea bajo en grasas, se le suele añadir azúcar o sal para sustituir el sabor perdido al quitarle la grasa. Aunque un producto diga ‘sin azúcares añadidos’, es probable encontrar uno o dos edulcorantes artificiales en la lista de ingredientes para darle ese sabor dulce. En caso de dudas, ¡elija alimentos que no necesitan una etiqueta, como vegetales frescos, frutas, grasas y proteínas saludables!

Aunque en el mundo de la alimentación puede haber muchos mensajes confusos y engañosos, no se deje atrapar por la próxima tendencia de moda. En definitiva, la mejor dieta para usted es aquella que puede mantener a largo plazo, que lo haga sentir con energía y le ayude a alcanzar sus objetivos